EL ARTE Y LA MEDICINA DE Dr. RICARDO TOPOLANSKI
Voy ha mencionar las ilustraciones de los tratados de Medicina que comenzaron a hacerse a partir del siglo XVI aproximadamente, después que las técnicas de grabado se perfeccionaran notablemente.
Estos grabados eminentemente prácticos, destinados a ilustrar aspectos anatómicos, técnicas quirúrgicas, aparatos mecanismos fisiológicos o fisiopatològicos, enfermedades visibles u ocultas o distintas formas de tratamiento, se fueron presentando cada vez con mayor rigor y se fueron perfeccionando a medida que se fueron haciendo progresos. Tanto en la medicina como en las técnicas de reproducción de imagenes. (Grabados de intestinos, estomagos y otras partes del interior de los pacientes, en los tratados de anatomia).
Con imagenes en colores de la anatomía del útero con la presentación del feto, en podálica dorso posterior y los musculos superficiales del tronco. La impresión en colores en amplia escala no se desarrolló hasta el siglo XVIII, despues de la publicación del tratado de óptica de Sir Isaac Newton en 1704, cuando comenzaron hacerse significativos progresos. El tratado de Newton brindó fundamentos sólidos para la teoría del color y pronto se comenzó a experimentar en la impresión de láminas a color.
En la Europa continental, el principal investigador fué Jaques Chiristophe.Y Le Blon (1667-1741), que desarrolló el método tricrómico para imprimir ilustraciones en color, lo que ejecutaba usando planchas entintadas con los colores primarios, amarillo, azul, y rojo, descubriendo que podía combinarlas de distintas maneras para producir el matiz adecuado.
Cada placa se preparaba utilizando una técnica de grabado llamada mezzatinta que permitía obtener gradaciones de sombras. Con el tiempo se fué agregando una cuarta placa entintada en negro que bridaba mejores sombras de grises y negros, descubriendo así las cuatricomías.
Gautier se adjudicó la invención de la cutricomía obteniendo la patente de la misma.
Willian Hunter publicó un excelente libro de anatomía mostrando imágenes de gran precisión, en las cuales el elemento "artistco" imperante en la mayor parte de las imágenes que se estaban publicando, se dejó prácticamente de lado en aras de una mayor especifidad de lo que se quería demostrar.
A partir de ese momento, los libros de medicina se caracterizaron por ser cada vez más técnicos y se podría decir, menos artísticos.